Medellín desde el cerro de las tres cruces, Colombia, su grandeza y hermosura nos motiva a trabajar por ella para el incremento de su calidad de vida y empleo digno. Créditos de la Imagen: Estefania Henao, año 2020.
Actualmente la contaminación
del aire en la ciudad de Medellín es un tema para nada distante de la
ciudadanía y de los medios de comunicación, si la ciudad más innovadora del mundo su aire es una amenaza a la vida evidente y preocupante, pues
personalmente viví en Medellín por periodo de seis meses y no soporté la
contaminación ambiental, por esta razón me trasladé a las montañas del Oriente
Antioqueño, lo importante es comprender las causas de los fenómenos y no
quedarnos en sus efectos “la afamada contaminación”, está mala calidad del aire
genera afectaciones a la salud humana de orden física y mental, se poseen
algunas estadísticas de morbilidad en Colombia; el 95% del cáncer esporádico
causado por factores ambientales y tan solo el 5% es por factores genéticos,
datos divulgados en el curso de patología del pregrado de Medicina en los
claustros académicos privados y públicos Colombianos, dicha afectación de la salud pública ocasiona incremento del
gasto público en servicios de atención de la enfermedad e inversiones en
infraestructura de saneamiento básico integral o de servicio público como son
las plantas de tratamientos de aguas residuales y programas educativos
redundantes que no estimulan el pensamiento crítico en la población y por
consiguiente no brindan soluciones concretas midiendo y controlando desde la
fuente la problemática, como es el caso del pico y placa, lo único que estimula es la comercialización de tecnología
del parque automotor, que no está mal, siempre y cuando sea con equidad
permitiendo que todos los jugadores entren en el juego, es decir fabricantes
nacionales sean estimulados tributariamente y extranjeros no tan premiados, es
un proteccionismo que estimule la actividad de una nueva industria Colombiana, con
la apuesta clara del gobierno nacional en el desarrollo de hidrógeno
proveniente de las aguas residuales por reformado de biogas y también su obtención por electrólisis del agua, tema muy
interesante con política pública clara
para el ambiente y la gente, estimular el desarrollo de celdas de combustible y
su inserción en Colombia es clave, tecnología conocida como Proton Exchange
Membrane (PEM), permite la transformación de Hidrógeno y el oxígeno en ella generando electricidad, calor y
agua, si damas y caballeros, el alcantarillado fuente de biogas es fuente de un
combustible llamado el hidrogeno y este nos permite generar electricidad y
agua, se imaginan en Medellín una central de generación de energía eléctrica
para que los vehículos se conecten o se reabastezcan con hidrogeno para generar
la electricidad que requieren sus vehículos y además les brinda agua, esta es
la solución a la contaminación generada por el parque automotor y solución a
las aguas residuales empleando las plantas de tratamiento bien diseñadas
controlando los olores ofensivos del proceso, además brinda seguridad
energética al país, pues el hidrogeno puede ser empleado en gas como
combustible para el calentamiento y de esta forma calibrar la combustión en la
industria y así reducir los gases de combustión emitidos por las chimeneas que
en la actualidad están contaminando el aire de la ciudad que era conocida como
la eterna primavera pero que tristemente hoy parece es al clima de
Barrancabermeja a orilla del rio Magdalena y no en la ciudad entre montañas del
Valle de Aburra, el responsable no es la ciudadanía es el liderazgo político que
en los últimos 80 años viene llevando las riendas del llamado progreso que ha
cosechado contaminación, informalidad laboral, desempleo y violencia.
Los Concejos municipales
poseen una gran responsabilidad, por supuesto ya toda luz el líder tiene que ser
el de la ciudad de Medellín, pues posee mayor recurso financiero y más talento
humano académicamente calificado, ingenieros, médicos, economistas, Magisters,
Abogados, en fin una nómina de ensueño para plantear soluciones con visión de
país e insertos en la sociedad global del conocimiento y los negocios en el
corto, medio y largo plazo, soluciones a las problemáticas que no son secreto,
es asumir el reto a lo que está sucediendo en el seno de la familia Antioqueña,
una gran responsabilidad civil pues en este cabildo se deben proponer los
proyectos de ciudad que velen por la salud pública, la reactivación económica y
la seguridad ciudadana, es pues el ambiente patrimonio común y las fuentes
energéticas, el desarrollo tecnológico, la apropiación de conocimiento y
desarrollo de nuevos conocimientos, claves para el progreso sustentable,
corrigiendo los desaciertos del ayer, no es la inversión en vías y ciclo rutas
a mi parecer, sino en el conocimiento estratégico de la transición energética
mundial, el incremento de la eficiencia y el aprovechamiento de las fuentes alternas
de energía, el biogas como precursor
del elemento más abundante de la naturaleza que en su simplicidad aparente está
la ruta a seguir, el hidrógeno, una economía
de cero carbono con equidad, para respirar vida y esperanza en una sociedad que
mira al horizonte como el cuadro de Francisco
Antonio Cano, fundador de la escuela de Bellas Artes, con el anhelo que
inspiren mis hijos sus olorosas esencias, sin sentirnos esclavos de nadie, ya
que nacimos altivos y libres entre montañas, llevamos le hierro entre las manos
pues en el cuello nos pesa.
Sumado a lo anterior el clima está notablemente alterado y la economía con una muy preocupante
prospección debido a nuestra falencia en los marcos jurídicos que motiven
inversión en la diversificación de la matriz energética y adaptabilidad al
cambio climático, con alta dependencia energética a las fuentes hídricas
(hidroeléctricas son el 70% de la matriz eléctrica Colombiana) y a los derivados
fósiles los cuales representan el 30% restante, con el agravante que las
reservas de gas natural según la Ministra de Minas y Energía María Fernanda
Suarez, el inventario arroja resultados
preocupantes o de insuficiencia para la cobertura de la demanda interna de
Colombia, tan solo hasta los próximos dos años, es decir el año 2022, por esta
razón solicitó el apoyo ciudadano para efectuar la explotación de hidrocarburos
no convencionales empleando la controvertida técnica del fracking e importación del gas natural en estado líquido, tema que
revela y fomenta el panorama de inseguridad energético en la República de
Colombia, el bajo conocimiento científico y de hacer negocios de los líderes políticos
Colombianos que promueva la diversificación de las fuentes energéticas y la
poca preocupación por el ambiente y la seguridad hídrica en el territorio
nacional.
En el Valle de Aburrá existen
1400 fuentes fijas solo en Itagüí, no obstante la economía regional está
notablemente afectada, el sector industrial productivo no está bien, tema
corroborado por la estadística de la evolución en la economía del país
“Industria pasó de tener una participación del 39% del PIB en 1960 al 32% en 2010
y actualmente a diciembre de 2019 a tan solo el 16.3%” (DANE, Diario el
Colombiano, ¿A dónde fue a parar la industria Antioqueña?,.) la economía de los
servicios sin eslabonamiento o la formalidad laboral aporta a la informalidad y
bajos pagos, reduciendo así la integración en la cadena productiva del
conocimiento de valor agregado a los productos de la economía tradicional, lo
que se traduce como desempleo, sumado a esto la contaminación ambiental se
aumenta pues la sobreviviente industria está desfinanciada y por ende no
invierte en incrementar la eficiencia de sus procesos, que es controlar el
derroche energético en el sistema productivo y aprovechar fuentes energéticas
libres como son los humos de chimeneas en electricidad o recuperación de calor
para reducir consumos de carbón, diésel y gases combustibles. El escenario es
de funeral, crónicas de una muerte anunciada, hasta el punto de cerrar, como es
el caso de varias textileras en Medellín y su área metropolitana.
Los vertimientos de aguas
residuales en los cuerpos de aguas son evidentes al caminar el Valle de Aburra
e igualmente los residuos sólidos, a falta de poseer políticas públicas donde
se estimule económicamente la recolección y tratamiento de los residuos sólidos
desde la fuente de generación (hogares, sector comercial e industrial), es tal
el caso que en la ciudad motor de desarrollo de Colombia y la más innovadora
del mundo Medellín, el servicio público de Alcantarillado se le cobra a los
usuarios sin ni siquiera medirse lo que genera, esto es vulneración de los
derechos, ocasionando pérdida de arraigo o de pertenencia por el territorio y
el espacio público, generando burocracia y corrupción.
La sociedad se acostumbra a
las inversiones ingentes que nada solucionan y por el contrario incrementan el
costo de vida de los ciudadanos, en materia de servicios públicos, tal es el
caso de la inversión en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales en el
municipio de Bello de propiedad de Empresas Públicas de Medellín E.S.P la cual
ha deteriorado la calidad del aire en la zona de influencia del proyecto,
obligando a la ciudadanía a instalar aires acondicionados e incrementando la
tarifa del servicio público de Alcantarillado (fuente renovable de energía
biogas) en un 15%, tema expuesto en el debate de control político en el Concejo
de Medellín, citado por la Concejal Paulina Aguinaga en Junio del año 2019.
El ambiente del Valle de
Aburra está contaminado y es una flagrante vulneración de la ley 2811 de 1974
en materia de los derechos de los ciudadanos a un ambiente sano, al objeto
misional del estado Colombiano en promover el crecimiento económico y
sostenible de las regiones, contribuyendo con la equidad social, ya aportando a
la competitividad internacional de las pequeñas y medianas industrias, pues los
contratistas Colombianos en el proyecto PTAR Aguas Claras se quebraron y el
grueso de la inversión para contratistas extranjeros que ocasionaron retrasos
en el desarrollo del proyecto y sobrecostos por el orden de los 500 mil
millones de pesos.
Imagen
1. Quebrada la Picacha en Medellín totalmente contaminada, afluente del rio
Medellín, presenta descargas de aguas residuales proveniente del sistema de
alcantarillado de EPM ESP. Fuente: propia
En esta quebrada por el sector
de la Avenida 33 se perciben olores nauseabundos típicos por altas
concentraciones de ácido sulfhídrico (H2S) el cual es precursor de enfermedades
respiratorias agudas, sincopes y en frecuentes exposiciones a este hasta la muerte
de seres humanos.
La presencia de gases tóxicos
provenientes de las cuencas hídricas, las chimeneas de industrias y el parque automotor con sistemas de combustión interna diesel y gasolina (pueden cambiarse a metanol), debido al vertimiento de aguas residuales
provenientes en su mayoría por las redes de alcantarillado de las empresas de servicios
públicos domiciliarios como es EPM E.S.P, generan presión ecosistémica y afecta
la economía familiar, así lo afirma Ana, una ama de casa del municipio de Bello que vive en una de las urbanizaciones cercanas a la PTAR aguas claras de propiedad de EPM E.S.P,
ella se vió obligada a comprar una unidad condensadora y evaporadora, es decir
aire acondicionado de 2 toneladas de refrigeración para acondicionar su
apartamento debido a los olores nauseabundos provenientes de la planta incrementando su consumo de electricidad en un 40%. La ley
142 de 1994 que reglamenta la operación de las empresas de servicios públicos
domiciliarios no se cumple, ya que en el artículo 146 de la misma se reglamenta
el cobro del servicio público al usuario según el consumo y este no se mide, no obstante
ante la falta la Comisión de Regulación de Agua y Saneamiento Básico Integral (CRA) genera Resoluciones como
la CRA 800 de 2017, referente a la opción de medición del vertimiento en el
servicio público de alcantarillado para salvaguardar la responsabilidad civil
de la Empresa de Servicio Público ESP vulnerando el derecho del usuario y que además afecta la equidad social del Estado Colombiano, toda vez que el poder económico para brindar el servicio con interés económico es la Empresa de Servicio Público, además la infraestructura no está definida, pues en el negocio de alcantarillado no está definido en donde se puede instalar el medidor de alcantarillado, tal cual como el de agua potable y el electricidad conocido como el de la luz.
La planta de tratamiento de aguas residuales aguas claras
ubicada en el municipio de Bello en el Departamento de Antioquia, de propiedad
de EPM E.S.P es una inversión de 450 millónes de Dólares prestados por el BID,
dinero que aportan los contribuyentes es decir los Colombianos, dicha planta
posee serios problemas operativos, tanto técnicos como administrativos, la
ingeniería es extranjera y demasiado costosa, es uno de los escándalos de
contratación más delicados por los que atraviesa la empresa de servicios
públicos de Medellín, por esta razón y en la experiencia en el desarrollo de
negocios energéticos me desplacé con mi equipo a inspeccionar la planta bajo el
cumplimiento de los deberes del ciudadano Colombiano (Artículo 95 de la
Constitución Política de 1991), vista aérea del proyecto en la imagen 2.
Imagen
2. PTAR aguas claras vista area. Fuente: Google earth
En esta auditoría evidenciamos
que posee notables disfuncionalidades de
orden operativa y tecnológica, toda vez que algunos de los procesos de
depuración aeróbica de las aguas poseen deficiencias de oxigeno por falta de
potencia mecánica en la ventilación para las aguas residuales en el proceso
primario, por esta razón se generan olores ofensivos despedidos al ambiente, característicos
de la anaerobiosis o ausencia de oxígeno en la descomposición de la materia
orgánica presente en el agua, así se evidencia en el siguiente conjunto de
imágenes.
Imagen 4. los
procesos de la planta, secado de lodos con gas natural y cogeneración
eléctrica, motores reciprocantes a biogás cogenerativos para calentamiento de
los lodos en los tanques.
El acondicionamiento de biogas es un tema ampliamente conocido
por las economías desarrolladas y que actualmente goza de estímulos para la
inversión por países como Francia, Bélgica, Alemania, Suiza y Países Bajos, de
hecho las políticas públicas de Benelux son enrutadas a la promoción de una
nueva economía basada en el hidrógeno como vector energético mundial, es decir
que la producción de tecnología para la recuperación del ambiente como objetivo
general y el aprovechamiento de gases combustibles renovables empleando la
biomasa es estratégico para países en el trópico como la República de Colombia,
ya que posee la sensibilidad de los mercados de alta demanda energética, cuya
intensidad es notoria y dependencia de los derivados fósiles crítica a
decisiones de los gobernantes de las naciones origen de los energéticos
derivados del petróleo, sumado a lo anterior como alternativa, el empleo de
fuentes alternas de energía, brinda la oportunidad a la obtención por la
aplicación de la electrolisis del agua para la descomposición molecular estratégica
para el almacenamiento de energía en gas y que acompañado de políticas públicas
claras e idóneas definirá una hoja de ruta de conservación ecosistémica,
generación de riqueza extraordinaria, empleo y equidad, que promueva la
electromovilidad cuyos gases de escape sean un delicado rocío o una lluvia en
cada ciudad donde el frio aire se mezcla con el vapor de agua emitido por los
autos, buses y motocicletas que sin ruido se desplazan por doquier, abandonando
el feo gris e impulsando el verde de la vida que solo el agua puede otorgar.
La República de Colombia, ha
anunciado el inicio de los pilotos de explotación de yacimientos no
convencionales empleando la técnica del fracking, la cual ha sido vetada por
los países desarrollados mencionados en este artículo y que promueven la nueva
economía del hidrógeno, así que el cuestionamiento es:
¿Qué
opinan los líderes políticos Colombianos y la ciudadanía frente al potencial de
negocios y el bienestar si se promueve la generación de biogas e hidrógeno en
el país para suplir la demanda interna energética?
Por:
Marco Concha
marcoconcha@invea.com.co